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Si estás próximo a viajar a Irlanda o ya estás allí, de seguro que no puedes esperar a probar la muy famosa Cerveza Guinness, cuya marca es emblema de su nación. Aquí tienes 10 curiosidades de la famosa Cerveza Guinness y mucho más sobre la persona quien la creó, Arthur Guinness, para que al probarla te resulte mucho mejor.
La primera Cerveza Guinness fue servida en este pueblo, Celbridge, lugar donde nació Arthur Guinness. Actualmente, el lugar se ha convertido en un pub de nombre Mucky Duck.
Al parecer a Arthur Guinness le encantó mucho su cerveza, pues tuvo 21 hijos con su esposa Olivia Whitmore. ¡Vaya!
Se suele decir en Dublín que en los eventos para donar sangre, animan a la gente con una Cerveza Guinness si éstas aceptan donar un poco de sangre, y luego ¡Pueden reponer fuerzas!
Las dublinenses y los turistas que se encuentren en la capital aman la Cerveza Guinness, tanto así que suelen venderse alrededor de 9800 de ellas cada hora del día, especialmente en los locales que están ubicados en el Rive del Liffey, comenzando a las 17:50 horas del día viernes hasta las 03:00 horas del lunes. Todo un fin de semana ésta cerveza no tiene descanso.
Por más de 20 años, Arthur experimentó con muchas otras cervezas antes de adentrarse con las cervezas negras como el porter y la stout. Él se especializó en la producción de Ale Beer o de la cerveza rubia para más tarde dar a luz a su mayor creación, la Cerveza Guinness.
Este título del libro de los más grandes records deriva de la Guinness Brewery, donde el mayor creador de la colección más famosa de records, Hugh Beaver, administró dicho delegado.
Anualmente se producen más de 850 millones de litros de la Cerveza Guinness, esto es alrededor de 1,8 millones de botellas de cervezas que se consumen en más de 100 países alrededor del mundo. ¡Increíble no? Esperemos que ninguno conduzca mientras bebe una Guinness.
Solamente en la cervecería Guinness de la capital de Irlanda trabajan alrededor de 3000 personas.
La espuma de la Cerveza Guinness es realmente densa, similar a una crema. Quienes la sirven suelen dibujar un trébol o alguna figura con técnicas baristas, además si al beber un poco todavía puedes notar las huellas del último sorbo entonces habrás probado una Guinness en sus mejores condiciones.
Aunque puedas apreciar que al servirte la cerveza sea oscura, casi completamente negra, la realidad es otra, pues al colocarla contraria a la luz podrás notar que su verdadero color es un amarillo-rojizo, tono que surge del procedimiento de tostado y cocción de la cebada.
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